Curso Nacional de Aikido Ciudad de León
La forma de práctica legada por el maestro Tamura
Un post de Ángel Martínez
El hecho de contar de nuevo con la presencia del director técnico de la A.E.T. Aiki en nuestra ciudad ha supuesto un renovado impulso al desarrollo del Aikido en la zona norte de la vieja piel de toro. En esta ocasión fue preciso realizar la clase de la mañana en un pequeño Dojo, con la incomodidad añadida por la falta de espacio; ese fue el yang; en el yin hay que apuntar la posibilidad de practicar más intensamente, con otras sensaciones y otros aromas, no posibles en un polideportivo. Hay que agradecer a todos la seriedad y la paciencia, y la falta de accidentes, y también la capacidad de adaptación, característica clave, como no, del arte marcial.
En el apartado técnico, me viene una reflexión a la memoria: a pesar del talento de O Sensei, su hijo Kissomaru fue quien estandarizó, hizo un listado de las técnicas y definió claramente el cuerpo de enseñanza del Aikido. Sin su trabajo, probablemente no se habría extendido el arte como lo ha hecho. Otro tanto hizo el maestro Tamura en Francia, por medio de sus libros, un programa bastante definido y exámenes Dan muy precisos en sus requerimientos. En este proceso lógico cabe encuadrar el camino que ha tomado nuestro director técnico en los cursos de preparación durante estos últimos años: en definir claramente lo que se espera y lo que debe conocer y demostrar un practicante de determinado nivel; fuera las fantasías y las divagaciones. Se especifica así claramente un programa concreto, unas exigencias mínimas y unos estándares de habilidad, desempeño marcial y conocimiento de las técnicas para todos los aikidokas de la Asociación; quizá sea así posible evitar o por lo menos enlentecer la degradación y la pérdida de referencias inevitable con el paso del tiempo. Hay que plantar los reales y afianzar aquello que da personalidad propia a la Asociación: la forma de práctica legada por el maestro Tamura y ahora ampliada y renovada por la experiencia y la investigación de T. Sánchez Shihan.
KEI-KO: Traducido descuidadamente como entrenamiento, en realidad significa “repensar, o rememorar la sabiduría de diez generaciones”
SHO-KON: quiere decir “hacer relucir ahora”
KEIKO SHOKON, adagio de origen Shinto, pero clásicamente aplicado a las artes marciales antiguas (Koryu) podría ser traducido o interpretado como “reflexionar sobre el pasado y lo que hicieron los antiguos, recuperando ese espíritu, y hacerlo vivo en nuestro momento actual” Creo que es una buena metáfora para entender un poco esas sensaciones a veces contradictorias y tan difíciles de definir que los auténticos maestros causan en los practicantes durante la práctica, tanto fuera como dentro del tatami. A reflexionar pues…
Y por otra parte…enhorabuena a los nuevos danes: Cristian (Asturias) 4º, José Luis (Valladolid) 3º, Y Pablo y Tello (León) 3º igualmente. Un escalón más, para llegar al último piso y después seguir subiendo.
No sé a vosotros, pero a mí me parece que tenemos al sr. secretario muy poco explotado, y con entradas como esta, se hace merecedor de una sección fija.
El hombre se hace rogar, pero cuando se explaya… menudo post.