Stage de Claude Pellerin Shihan, Gijón 25 y 26 Abril 2015
Un post de José A. Hevia García
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Casi siempre se dice lo mismo en cuanto a las crónicas de los cursos y es que realmente no sé qué decir ya de la calidad y excelencia del maestro Claude Pellerin.
Empezamos con la ejecución del Shomen Uchi a mano, sin tensiones, hombros bajos, sin fuerza, realmente se trata de “dejar caer”, acompañar con la respiración adecuada, el codo siempre abajo, no abrir la posición ni ningún gesto parásito que deteriore la posición tanto con desplazamientos como sin ellos. Y nos enseñó con un simple ejercicio sin ningún peligro por impacto, el poder doblegar como si nada al compañero ajustando el gesto correcto del Shomen: con el codo abajo, no con “la mano”. Es decir, no se golpea “con la mano”… se ejecuta desde el centro y manteniendo el gesto y la posición bien cerrados con el codo ajustado y próximo a la línea sagital. Me recordaba mucho las clases de Tomás Sánchez en los ’90 (aquel famoso triángulo de Tomás del shomen mano justo enfrente del pecho: mano-hombro-pecho) pero con el añadido de este sencillo ejercicio que dejaba bien a las claras la efectividad de una técnica rigurosa y eficaz.
El shomen a mano vacía, se deja a nivel del pecho; shomen con el sable, a nivel del centro. Siguieron varios ejercicios con el Aite respondiendo al shomen con un ligero movimiento hacia atrás que ha de ser en el preciso momento; demasiado pronto, aite se da cuenta y te sigue; demasiado tarde, te alcanza con eficacia. Los Hiji Kime Osae y Nikyos sirvieron luego para ilustrar (se ejecuta uno u otro según la distancia a la que quedamos respecto al otro). Siguieron con las mismas premisas de respuestas al shomen los Jodan Tski y Chudan Tski.
El curso continuó aumentando la dificultad repitiendo todos los ejercicios con el bokken, mismos comentarios que los shomen “a mano vacía”. Trabajo dos a dos con el bokken: distintas respuestas a shomen (algunos totalmente nuevos), ataques continuos “forzando” su guardia para entrar en tski, proyecciones en Kokyu Nage con Shomen Uchis entrando ligeramente con la punta del sable… Personalmente me parecieron técnicas conocidas pero todas con toques nuevos extraordinarios que las hacían como si las hubiera visto por primera vez. Claude terminó el curso aplicando lo mismo con varias técnicas con Yokomen Uchi (Ikkyo; Shiho Nage), empezando por enseñarnos dos modalidades de aplicación del Yokomen, en distintos niveles desconocidos para mí y que no conseguí captar por servir de Aite en aquella ocasión, como traducía a la vez, solo estoy pendiente de lo que dice, así que pierdo mucho de lo que enseña (sobre la marcha, el traductor apenas recuerda un pequeña parte de lo que acaba de decir). Preguntad pues a los compañeros que solo tienen que ver y escuchar directamente el trabajo propuesto.
Dos entradas para el shiho nage. “Entrando”, cortando en vertical con las dos manos. Ojo aquí, fallo frecuente, no ir hacia o “en contra” de la mano que ataca, provocaría una abertura en nuestra posición; sino realmente, “cortar” en vertical (saliendo, eso sí, un poco de la línea de ataque). La segunda posibilidad, “cambiando” la posición y el hemisferio siguiendo las mismas premisas que los ejercicios con el shomen. Dejar pasar bien la mano del Aite delante de sí.
Frase del curso: -mantener “esa” línea…
La posición del cuerpo, bien derecho, vertical, los hombros siempre encima de la vertical de tu centro, de tu base de sustentación, tu centro hacia el centro del Aite y eso, siempre, en estático (fases intermedias en la ejecución técnica), en desplazamiento, en respuesta ante ataque con el sable… siempre.
Otra frase del curso (bueno, lleva unos pocos años que lo dice): -no es mi técnica (otras veces dice “mi movimiento”), es la del Aite.
La técnica que ejecutas, el desplazamiento, el movimiento que emprendes, no lo decides tú, es en respuesta a lo que hace el Aite. La técnica, el movimiento que determina la acción son los del Aite. “La técnica no es mía, es la del otro – La técnica no me pertenece, es la de él”.
En esta edición contamos con la presencia de David Sánchez y Ángel Martínez como técnicos de alto nivel (6º dan). Cosa que los practicantes agradecemos muchísimo su presencia. También acudieron cuatro practicantes del norte de Francia con su profesor, seguidor como nosotros del trabajo de Claude, Jean Marie (5º Dan) que conocemos desde los famosos cursos de siete días en los Alpes franceses de los ’90 (David, Roberto, Ángel y un servidor). Claude se despidió agradeciendo el trabajo y entrega excepcionales de los practicantes asturianos y unos pocos que decidieron traspasar cordilleras, ríos y mares. No pudo abrir el obsequio institucional entregado por Elena, la practicante más joven presente, por lo del vuelo de regreso, pero me comentó que le gustó muchísimo (un estuche de gran clase con cartera, monedero y llavero).
Terminaré la crónica citando a todos para el curso que viene un nuevo stage de Claude en nuestra tierra, no sin recordar lo que representa para los técnicos de nuestra asociación su trabajo e inmensa influencia: basta echar un vistazo al listado de cursos que hemos acudido para darse cuenta. Desde principios de los ’90 Claude acudió tres veces al año a España. Hubo quince años de cursos convivencia en Pedro Bernardo. Aparte de los cursos de verano de largos días de duración a los que acudimos David, Roberto, Ángel y yo: Bourg-Saint- Maurice; Aix-les-Bains; Bras (dojo Shumeikan); Saint Mandrier; Roberto, incluso, frecuentó varios años aquel curso durísimo de Gennep (sur de Holanda) en el que se alojaba en una tienda de campaña… Hubo años que la rutina era (empezando el primer fin de semana de Julio): cursos de Claude en Gennep (4 días); curso de Bourg-Saint-Maurice (Alpes franceses, 7 días de duración; luego se hizo en Aix-les -Bains); curso de Gilbert Millat en Annecy (también 5 o 6 días); curso con Sensei Tamura en Saint Mandrier (9 días, con clases de Claude por las tardes, que si hacías el curso “completo” con las clases de Iai-Do a primera hora, computabas unas ¡49 horas y media en un solo curso! cosa que hicimos Ángel Martínez y yo varios años) y terminando (eso ya en los 2000) con cuatro días en Bras (Claude, Michel Prouveze y Sensei). No toda la rutina era así, ni para los cuatro, pero casi… No olvido los años de los cursos de verano en Santander, en agosto, de 7 días de duración con Tomás Sánchez acompañado de Emilio García, Jean Paul Avy o Gilbert Millat.
En fin, creo que sin Claude y su trabajo con nosotros desde hace más de veinte años el nivel de nuestra asociación no sería el mismo. Los numerosos actos y discursos de los que fui testigo y traductor dan fe de ello. Todo ello impulsado desde nuestra dirección técnica que, acertadamente, eligió a la perfección sus asesores técnicos.
He aquí que en este momento, tras la desaparición del Maestro Tamura, Claude Pellerin nos está ofreciendo su mejor y más sutil trabajo.
Muy buena crónica , ojala la próxima vez el curso se realice en el centro de la península para poder asistir, ya que es una lastima perderse este gran Maestro.