La Dureza de la Práctica
Es duro perder compañeros y amigos
Un post de Bernardino Arcos
Por fin llega el momento, existe un trabajo previo para que todo en Santander los días 8 y 9 de Junio se desarrolle con normalidad. El equipo de trabajo, ya veterano, se mueve con soltura. El Maestro, Shihan, Gilbert Milliat nos ha deleitado previamente con una clase inesperada a mitad de semana, ha disfrutado también durante unos días del paisaje de nuestra región junto a su esposa y algunos de sus alumnos desplazados desde Francia.
El sábado, en sesión de mañana, el Maestro Gilbert comienza a desgranar el trabajo que tiene previsto. Se trabaja y se suda intensamente, no hay tiempo para hablar, se tiene que prestar mucha atención a lo que se expone para ponerlo en práctica. Llega la hora de comer, hay que reponer fuerzas para las tres horas de la tarde.
Llega el trabajo vespertino y para ir haciendo la digestión se comienza con manejo de armas. Poco a poco se va cumpliendo el programa, se para durante unos minutos para recomponerse y se comienza de nuevo. De repente algo pasa, en un principio se piensa que alguien se ha hecho daño o se ha indispuesto. Nuestros compañeros médicos intervienen inmediatamente al compañero que se encuentra tendido en el tatami, constatan que está sufriendo un infarto y mientras llega la emergencia sanitaria le realizan maniobras de reanimación. Pasan unos minutos que se nos hacen eternos y por fin consiguen estabilizarle para su traslado al hospital. Respiramos aliviados y esperanzados con su restablecimiento. Averiguamos que nuestro compañero gravemente enfermo es Faustino Pérez (Tino) de Madrid, sus compañeros de práctica se movilizan para buscar y acompañar a su mujer durante esos momentos críticos.
Desgraciadamente el gran corazón de Tino no resiste y nos deja de madrugada, es un mazazo impensado, algo no previsto ¿qué hacer?. Pensamos que el mejor homenaje hacia él era continuar la práctica y el domingo por la mañana después de un minuto de silencio en el tatami, continuamos si cabe con más intensidad en su honor y en su recuerdo, el Arte, que vivió hasta su último momento.
No es duro trabajar, no es duro sudar, no es duro pasar exámenes. Es duro perder compañeros y amigos entrañables con los que ya no podrás practicar, esa es la dureza del Aikido.
Que gran tristeza… que momentos más terribles los vividos cuando se cortó abruptamente la vivencia intemporal que es una clase para despertarnos en la realidad del sufrimiento de nuestro compañero. Impresionante nuestro silencio, y la tristeza que nos acompañó hasta más allá del final del curso.
Mis condolencias a su esposa, sus hijos y a sus compañeros que ya le añoran.
En nombre de todos los compañeros del Aikikan Castellón, trasladamos nuestro pesar y condolencias a la familia de Tino y a toda la comunidad del Aikido.