Luz en el Sendero
(a mi maestro y amigo Rafael Tejero Pasadas)
un post de Constanza Contreras Jurado
Oda a mi Maestro y Amigo Rafael Tejero Pasadas
Director del Instituto de Artes Marciales Espirituales Bodhidharma (Granada)5º Dan de Aikido Aikikai
5º Dan de Taewondo
3er Dan de Nei Kung
LUZ EN EL SENDERO
Gracias Rafa, porque con tu ayuda puse mis pies en el Sendero.
Fue en el año 90, recién llegada a Granada con motivo de mis estudios en la Universidad, cuando le conocí. Aparecí por la Escuela de Filosofía donde él estudiaba, buscando un nuevo Arte Marcial que practicar porque a consecuencia de una rotura de ligamento tuve que dejar el Taekwondo. Así comencé la práctica del Aikido (del cual yo no había oído hablar nada antes). Nada más empezar me quedé profundamente enamorada de este Arte, tan diferente en lo esencial a lo que yo había vivido antes. Solo éramos dos alumnos, pero al contrario de lo que podría haber sido (por el número tan bajísimo de practicantes), fue un período de lo más completo. Rafa había creado un espacio para la práctica de lo más evocador, que nos hacía meter de lleno en la práctica. Ésta no terminaba con el ejercicio físico sino que después Rafa siempre nos enseñaba una máxima o idea relacionada con el Bushido, que nos ayudaba a entender con un lenguaje simple y sin artificios pero dotados de tal belleza que nos llegaba hasta el corazón.
Recuerdo también, que años más tarde, cuando montó su propio Dojo, nos incentivaba a mis compañeros y a mi, en la práctica del Aikido, llevándonos siempre él en su coche para realizar los cursos que Tamura Sensei, Tomás Sánchez, Claude Pellerin, y Gilbert Milliat daban en distintas ciudades de España.
En Rafa la intención no se quedaba en el Tatami, también hacía Seishin tanren (entrenamiento espiritual) y plasmaba en su vida cotidiana sus creencias, y eso es algo que sabemos sus alumnos (independientemente de la disciplina que aprendíamos con él) al verle actuar en diferentes facetas de su vida. Rafa si que era un guerrero y como guerrero encaró su dura enfermedad, que solo podía tener un final, pero el la afrontó psicológicamente fuerte.
“El camino del Samurai se encuentra en la muerte” dice el Hagakure. “Una vez el guerrero está preparado para el hecho de morir, vive su vida sin la preocupación de morir, y escoge sus acciones basado en un principio, no en el miedo”. Así vivió Rafa en todo momento.
La última vez que le vi, en el mes de mayo, mientras cenábamos le pedí sin ningún pudor (como siempre hacía cuando nos reuníamos) que me hablara de su experiencia con la proximidad de la Muerte y al verlo tan firme en sus palabras le pedí que me recomendara fuentes para yo intentar aprender también esa actitud. Me habló del confucionismo y del budismo, aunque se centro en el estoicismo (movimiento filosófico cuyo objetivo era alcanzar la serenidad mental) recomendándome encarecidamente a Marco Aurelio y a Séneca. Incluso me habló de lo que estaba consiguiendo gracias a la experiencia de la enfermedad, el “Aquí y ahora” (hic et nunc).
Le vi muy bien, feliz y en paz. Había mejorado mucho desde la última vez, y en ningún momento sus ánimos decayeron ni su espíritu flaqueo, es más, lo encontré más inmortal que nunca. Tonta de mi lo mal intérprete, creyendo que había superado la enfermedad, y ahora me doy cuenta que lo que tenía superado era el miedo a la muerte.
Sabía de la brevedad de la vida. Por supuesto que luchó como un guerrero samurái y aprovechó al máximo el breve tiempo que tuvo dedicándose a alimentar su alma, preparándose para el final inevitable que él sabía, independientemente del tiempo en el que fuera éste. Eligió como reaccionar y eligió hacerlo de la forma más estoica que se puede. Sereno y tranquilo hasta el final pero sin ninguna gota de frialdad sino al contrario con mucha calidez, dejando que la naturaleza siguiera su curso…
Rafa nos dejó el pasado miércoles 21 de Agosto con tan solo 48 años pero como dice su mujer Rita, con el convencimiento de que lo importante no es el tiempo que vivimos sino como lo hacemos, y él se fue muy en paz consigo mismo. Las Meditaciones de Marco Aurelio fue lo último que escuchó… y ese día, sin yo saberlo, fue el libro que comencé a leer.
La pérdida de un ser querido siempre es dura, y este escrito podría haber sido de amargura, pero con la actitud que Rafa, Rita y su hija Nata siempre mostraron, no queda otra sino que sea sin lágrimas de tristeza, de AGRADECIMIENTO por todos los momentos que nos dio. Porque todo el mundo que le conoció le quiere y le recuerda como una gran persona, siempre con una sonrisa y una palabra amable, del que todos aprendimos algo.
Gracias Rafa, porque con tu ayuda puse mis pies en el Sendero.
Gracias Rafa, porque con tu ayuda los he vuelto a poner.
Gracias Rafa, porque tus flechas llegaron de una forma u otra, hasta los corazones de tus alumnos ya sean de Aikido, Taekwondo, Nei kung o simplemente de los que aman la sabiduría.
El que vence a los otros, es fuerte.El que se vence a sí mismo es poderoso.
Pero aquel que sabe que no perecerá al morir,
aquel es eterno. (Lao-Tsê)
A tus pies Maestro.
Constanza Contreras Jurado
2ºDan de Aikido
Me acabo de enterar de su perdida y no me lo termino de creer.
Para mi Rafa fue un caballero de las artes marciales y un caballero en la vida.
Siempre tenia una sonrisa para quien a él se dirigía, nunca un mal comentario o una palabra mal sonante y por supuesto jamás una crítica hacia un compañero, alumno o maestro.
Entendío a la perfección que las artes marciales son como la vida misma, para sembrar hay que recoger, pero….sembrar con Rafa era muy fácil, porque el todo lo hacia fácil, ameno y divertido.
Siento en el alma su perdida, pues era una magnifica persona, de las que quedan pocas, muy pocas.
La valía de un Maestro, de un auténtico Maestro, no recae en detalles técnicos, ni en campeonatos ganados, la valía de un Maestro recae en el sentimiento que despierta en su alumnos.
Todo mi Aikido, se lo debo a él, aunque la lección más importante que me llevo de mi Maestro es ….afrontar la vida (o al menos intentarlo) con una sonrisa.
Fuiste un módelo para mi dentro y fuera del tatami.
Gracias Maestro, gracias amigo, gracias Rafa