Curso 29 Febrero 2020 Santander

Un post de Ángel Álvarez con Ilustraciones de Saúl del Olmo

Parte 1: Introducción histórica.

Parte 2: Clase de la mañana. Nardín.

Parte 3: Clase de la tarde. Miguel.

Parte 4: Conclusión.

 

Parte 1: Introducción histórica.

Dice la leyenda que en los tiempos del emperador romano Augusto existía un habitante del norte de Hispania (España) que le puso en jaque. Tal fue el mosqueo del emperador que ofreció una gran recompensa al que le trajera la cabeza de este hispano a Roma. Lo que no se esperaba Augusto, es que el mismo hombre que estaba buscando fuera a Roma en persona a cobrar la recompensa por su cabeza…esta valentía y arrojo le dejó tan perplejo que le perdonó la vida y le dio la recompensa. Ese hispano fue un Cántabro, Corocotta el Cántabro. Y es así que ese carácter que define a los cántabros, tenaces y dispuestos a la acción, se sigue manteniendo hasta ahora, no hay más que ver a ese vecino de Muriedas (Cantabria), Don Pedro Velarde que lideró el alzamiento del 2 de Mayo contra el invasor francés en 1808. Con ese mismo carácter el sábado 29 de febrero dos cántabros nos dieron una clase de aikido de alto nivel, y como no podía ser de otra manera, se recordó a uno de los grandes del aikido español y Cantabria…Don Emilio García, que ya en su época hacía un curso por estas fechas.

Parte 2: Clase de la mañana. Nardín.

El curso empezó antes de la hora porque una hora antes del curso, los dos maestros “Nardín” (Bernardino Arcos) y Miguel (Miguel Antolín) y algún compañero más estaban con la clase de niños de los sábados. Sinceramente, no supe distinguir quien se lo pasaba mejor los niños o los maestros…jeje…

Cuando acabaron con los niños…empezaron con los viejos! “Nardín” se ocupó de la clase de la mañana, él dice que cuando el maestro explica, cada alumno coge el pedazo de tarta que puede, y yo me quede como resumen, pues…un camino para seguir estudiando la técnica, apoyado en muchos detalles, que a mí personalmente me gustan mucho. A veces pienso que los detalles en los que incide el maestro son como tiempo gratis, de regalo, porque nos ahorran pruebas y errores y nos reconducen para coger el camino correcto del estudio. Así pasamos por aihanmi katatedori, katatedori y katadori, en tachiwaza, hanmihandachi y suwariwaza. Pensando ahora en lo que necesitamos para estudiar la técnica, yo diría que necesitamos dos cosas:

  1. Saber cuál es la posición final de desequilibrio del uke.
  2. Pasos que hay que llegar a esa posición.

Como ejemplo para el estudio del aihanmi katatedori iriminague “Nardín” nos marca el siguiente desequilibrio.

Y el listado de pasos o detalles técnicos para llegar al desequilibrio:

  • posicionamiento de las manos
  • giro de la mano, solo la muñeca
  • dirección hacia el hombro contrario
  • manos van con palmas paralelas
  • movimiento de pies /caderas

  

Parte 3: Clase de la tarde. Miguel

Por la tarde Miguel pasó de un trabajo de jo a trabajo de manos vacías. Durante el trabajo de jo insiste que una vez acabada la técnica, se debe seguir con la guardia para seguir con el siguiente ataque, encadenándolas. A Miguel le gusta concluir que el aikido es igual explique quien lo explique, la idea final es la misma, ¡el arte! A manos vacías nos plantea como el uke se mueve donde “le recomienda ir” el tori, y en esa manera de “recomendar”, el uke tiene que estar “escuchando”. Como ejemplo, en el ataque yokomenuchi, tori recomienda al uke que gire entrando hacia él y cortando. Sobre el ataque del uke, insiste que tiene que ser con todo el cuerpo no solo con el brazo.

Otra reflexión sobre estos movimientos que hacemos fue sobre la expresión de la mano, tan importante como el resto de movimientos. Una buena expresión tal como se ve en la siguiente imagen.

Parte 4: Conclusión

Como conclusión querría hacer un paralelismo a lo que pasó a Corocotta el Cántabro y una técnica de aikido:

  1. El ataque, por el uke (Augusto): Augusto pone precio a la cabeza de Corocotta.
  2. La defensa, por el tori (Corocotta): Corocotta se va a Roma, y coge tan de sorpresa a Augusto que lo descoloca al decirle que el mismo Corocotta le lleva su cabeza, con lo que el ataque, que era mortal, se difumina (Augusto le perdona la vida y le da la recompensa) y se pone del lado de Corocotta.

Me alegra pensar que después del curso del 29 febrero en Santander somos algo más Coroccota el Cántabro y algún día llegaremos a desequilibrar a nuestro uke cogiéndolo por sorpresa!

Un abrazo.

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